Los MTV Video Music Awards están a la vuelta de la
esquina y en Cromosoma X vamos a hacer un análisis
sobre las mejores actuaciones que se han producido
en los premios durante toda su historia. Podríamos
empezar con el ‘Like a Virgin’ de Madonna pero en
coherencia con la actualidad comenzaremos con el
‘Gimme More’ de los VMAs en 2007.
Britney Spears hizo historia en los premios de 2007
y eso es así. Diríamos que fueron las semanas más
emocionantes de toda su carrera para nosotros como
público aunque suponemos que para ella fueron las
peores de su corta vidita. Todos los rumores sobre
el nuevo disco inundaron internet mientras un
sentimiento de incertidumbre copaba los corazones
de los fans. ¿Sería Britney Spears capaz de sacar
finalmente aquel disco sin título que finalmente
se llamaría ‘Blackout’?
En los días previos a la actuación tuvimos montones
de información. Recordamos ver noticias en las que se
contaba cómo Britney estaba pasando de los ensayos y
se dedicaba a salir de fiesta por Las Vegas con Puff
Daddy, ver cómo se acercaba al precipicio sin que nadie
pareciera tener intención de pararla. Los rumores de
última hora antes de la gala apuntaban a que se había
peleado con su peluquero y que había hecho cambios de
vestuario a última hora. Rumores que nos creímos en
cuanto la vimos aparecer con el look ‘pelo-paja’
y las lentillas azules.
La actuación comienza con ‘Trouble’ de Elvis (ideado
por la propia Britney, que también ordenó que los
visuales fueran inspirados en el Rey del Rock) y le
viene como anillo al dedo para todo lo que va a
ocurrir después. No sabemos si Britney hizo todo esto
en un ataque de rebeldía planificada o si había mojado
demasiado el dedo en la bolsita de MDMA: de cualquier
forma el resultado a posteriori es brillante.
Cuando comienzan a sonar los acordes de ‘Gimme More’ la
tragedia empieza a vislumbrarse. Se le rompe el famoso
tacón y pierde ligeramente el equilibrio. Se la ve
bastante rellenita para lo que ha sido ella y un poco
torpona. Los bailarines tratan de esconder el pastel
y la ayudan como si fuese una embarazada a subir y bajar
escalones por el escenario. En las partes de coreografía
Britney está completamente perdida (aunque sí que es
cierto que por lo menos aquí tenía chispa, no como en
la promo de ‘Circus’ que era un puto zombie), como si
fuera Laura Palmer con todos los demonios volviéndola
loca en su interior, detrás de su cara de niña buena
con la inocencia hecha trozos.
La actuación va en picado y, por lo que pudimos ver en
directo en la tele, la propia MTV trata de remendar el
asunto haciendo planos generales. Britney se marca
frames con barrigón, papada y todo incluído, no se
molesta por disimular su sobrepeso moderado con poses más estiradas.
En un momento parece acordarse de que es Britney Spears
y de que está en directo en la MTV y es en la segunda parte
de la actuación cuando baja la escalera para volver
al centro del escenario. Ahí, además, se acuerda de
sus hijos y se marca el mejor momento de toda su
carrera: el momento en que se dice a ella misma
‘¡Por tus hijos, Britney! y saca toda la fuerza que
la encumbró como icono Pop definitivo en la era
post-Madonna. (Minuto 2:09 del vídeo) Por desgracia,
en los siguientes segundo vuelve a ser poseída por
Laura Palmer y se da cuenta de que todo eso no es lo
que ella quiere hacer y que su vida se le ha ido de
las manos. De perdidos: al río. Termina la actuación
con movimientos descoordinados, pasando de mover la
boca en algunas partes del playback y encima va y
dice : “Thank You” con el micrófono cerrado. Mientras,
entre el público la gente tiene cara de shock, menos
Rihanna que se permite el lujo de reírse de ella (claro
que la vida ya castigo a la cantante de Barbados con un
buen escarmiento, ahora las dos vuelven a ser amigas).
Lo que vino después es historia de la música.
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