domingo, 31 de julio de 2011

BRITNEY LLEGA A CHILE CON “EL MEJOR SHOW DE SU CARRERA”


SANTIAGO.- Podrán haber pasado 12 largos años desde
su explosión mundial con “Baby, one more time”,
incluso que le hayan salido al camino figuras como
Rihanna, Lady Gaga y Katy Perry, pero -con altos
y bajos- Britney Spears sigue siendo la indiscutida
princesa del pop. Basta echar un ojo a la última
encuesta de Billboard, en la que arrasa en las cinco
categorías principales: Artista Más Valiosa del
primer semestre de 2011, Álbum Favorito (“Femme fatale”),
Canción Preferida del Hot 100 (“Hold it against me”),
Mejor Videoclip (“I wanna go”) y, contra todo pronóstico,
Mejor Tour (por su gira Femme Fatale), por encima
de la propia Lady Gaga y U2.

Silenciosamente, Spears ha ido dejando atrás las
polémicas y preparando un regreso que promete colocarla
nuevamente en lo más alto del pop mundial. Su serie
de shows arrancó el pasado mes de junio en Estados
Unidos y, de no mediar algún desaguisado de última hora,
sus fans chilenos podrán experimentarlo también el
próximo 22 de noviembre, que es la fecha que una productora
local maneja tentativamente para que la rubia
aterrice por primera vez.

Según la crítica estadounidense, lo de Spears en el
Femme Fatale Tour es lo mejorcito de su carrera.
“El más rápido, llamativo y entretenido show que
ha hecho hasta ahora”, escribió el cronista de “Rolling
Stone”, Barry Walters, que asistió al estreno en Sacramento,
California. Se trata de un espectáculo visualmente atractivo
y musicalmente arriesgado, que pretende renovar la imagen
de la intérprete de “Womanizer”. De hecho, casi la mitad de
su repertorio pertenece a su último disco y sólo un tercio
son viejos singles, enfocándose en bonus tracks, repertorio
más oscuro de su discografía, inéditas y un par de covers,
entre el que destaca el de “Burning up” de Madonna.

Durante el set, dividido en cinco actos, Britney se
viste de policía, diosa romana, ninja y estilo retro.
Se sube a un columpio, baila el caño y hasta irrumpe
en escena sobre una especie de Mini Cooper rosado. Como
escenografía, pasan barcos egipcios, una serie de inmensos
parlantes y una pantalla gigante que se abre y se
cierra. Así, sin complejos.

“Se las arregló para probar que todavía puede progresar como
showgirl. Y no sólo eso, sino que lo está haciendo mejor
de lo que muchos defensores hubieran previsto. A sus 19 años,
la estrella pop cuya carrera se vio en peligro de terminar
hace apenas un par de años, ha mostrado que está de regreso”,
concluye la reseña de “Rolling Stone”. Ojalá así sea.

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